La convulsa historia de Corea ha estado definida en gran medida por su situación geográfica en medio de grandes potencias. Constantemente las diferentes dinastías coreanas han tenido que encontrar un balance entre las influencias de China y Japón hasta la llegada de los occidentales.
Esta situación ha dado origen a diferentes conflictos internos y externos durante toda su historia, convirtiendo a la península de Corea en un lugar prominente para la división y la intervención extranjera.
A pesar de todo ello se ha logrado desarrollar elementos culturales muy ricos en la península coreana como sus vestimentas tradicionales, deliciosa comida, un exitoso sistema educactivo, hermosos bailes tradicionales y por supuesto el K-pop.
En este artículo vamos a realizar un breve repaso de la historia de Corea desde la antigüedad hasta la época contemporánea.
Tabla de Contenidos
ToggleHistoria antigua de Corea
La evidencia histórica de las primeras civilizaciones con gobiernos organizados en la península coreana datan del siglo VII AC.
El primer reino conocido fue el de Gojoseon, situado al norte del río Han, y que durante su mayor apogeo, alrededor del 400 AC, tuvo su capital en la actual Pyongyang. Así mismo, durante ese mismo período, se estableció al sur de la península el estado de Jin.
Al igual que muchas civilizaciones asiáticas en aquel entonces, toda la región estaba fuertemente influenciada por la cultura china y manchú.
Aunque pocos elementos de esta época se han conservado hasta ahora, se sabe que la frontera entre el reino del norte y el estado del sur eran sorprendentemente similares a la actual zona desmilitarizada de Corea en el paralelo 38 norte.
Adicionalmente, y de manera similar a la situación geopolítica en la actualidad, en aquel entonces la zona también era disputada. Por lo tanto el reino de Gojoseon fue conquistado por un reino chino, el cual se disolvió apenas un siglo después, para luego volver a ser dominado por la dinastía Han.
Este constante “tira y afloja” resultó en que el reino de Gojoseon fuera un estado afiliado a China, siendo Pyongyang un punto comercial importante, rico en bienes traídos de China como la seda, y con un desarrollo cultural importante.
Por su parte, el estado sureño producía bienes locales. Esta diferencia se ha podido constatar en los artefactos encontrados en tumbas tanto del norte como del sur, evidenciando que ya en ese entonces existía una fuerte diferenciación entre ambas sociedades.
En el siglo II DC, la dinastía Han colapsó, por lo que la corte de Pyongyang se deslinda y se reorganiza, formando así el reino de Goguryeo.
Este nuevo reino estaba rodeado de enemigos hostiles como invasores nómadas o tribus chinas, por lo que desarrollaron una cultura marcial importante. Muchas fortalezas fueron construidas por todo el reino y se perfeccionaron la caballería y la arquería.
Gracias a su poderío militar, lograron incluso expandirse hacia territorio chino, conquistando casi toda Manchuria, así como buena parte de la península coreana hacia el sur.
El reino de Goguryeo es motivo de orgullo para la sociedad coreana moderna, ya que obtuvieron importantes victorias estando en amplia desventaja y venciendo toda probabilidad.
Cambios geopolíticos en la región
Durante el siglo V , la civilización de los Yamato unificó gran parte de Japón y establecieron importantes lazos comerciales con los chinos. Esto trajo enormes beneficios a las localidades ubicadas al sur de la península coreana por su ubicación geográfica privilegiada en medio de estas nuevas rutas comerciales.
Tanto fue así, que los reinos de Silla, Baekje y la confederación de Gaya, se rebelaron en contra de Pyongyang y formaron sus propios estados independientes. Este período se conoce como los tres reinos de Corea.
Pero además de los beneficios comerciales, los estados del sur importaron muchas ideas y elementos culturales de todo el continente asiático, desarrollando una escritura basada en los caracteres chinos y adoptando creencias como el budismo y el confucianismo.
Poco después, el reino de Silla conquistó Gaya, formó una alianza con la dinastía Tang en China y finalmente conquistó al reino de Baekje, cuya capital era lo que hoy en día es la ciudad de Seúl.
Pero la cosa no se detuvo ahí.
El poder del reino de Silla creció tan rápido, que poco después sometió al reino de Goguryeo, unificando la península y experimentando una época de oro entre los siglos VIII y IX.
Nuevo reino, nuevos conflictos
Luego de su rápido auge, el reino de Silla enfrentó un nuevo reto: encontrar el balance entre los dos grandes poderes de China y Japón.
Este objetivo no pudo ser cumplido y en el siglo X surgieron diversos conflictos internos entre la nobleza coreana resultando en la fragmentación del reino en numerosos grupos locales. El líder de una de estas facciones, Wang Kon, forjó una alianza con gobernantes japoneses, alterando el balance de poder en la península y logrando conquistar el resto de territorios de Silla.
Así fue como surgió el reino de Koryo, de donde viene el actual nombre de Corea.
Este nuevo reino se caracterizó por adoptar una sofisticada cultura, intentando emular, como muchos de sus antecesores, el sistema político de China, en este caso el de la dinastía Song. En este contexto contrataron a varios monjes, escolares y mercaderes chinos.
Ahora bien, una diferencia que tuvo este reino con los anteriores, fué la nueva ubicación de su capital, Kaesong, en la desembocadura del río Han. Lo que se buscaba era tener una capital más centralizada desde donde se pudiera gobernar con más eficiencia el territorio del reino, al mismo tiempo que estrechar los lazos entre las sociedades del norte y del sur.
Esta medida funcionó bastante bien, iniciando un auge cultural sin precedentes. De hecho, muchos de los elementos culturales de la sociedad moderna coreana, como la vestimenta, la música o la comida, tuvieron su origen en esta época.
Así mismo, fue una era de innovaciones tecnológicas importantes, ya que se empezó a experimentar con armas de pólvora, e incluso se desarrolló la primera imprenta con partes móviles del mundo 200 años antes de la imprenta de Gutenberg. A pesar de este auge, los gobernantes coreanos tuvieron que enfrentar las mismas dificultades de las dinastías anteriores.
En el siglo XI hubo una nueva crisis política debido a conflictos entre nobles. Luego de varias intrigas, las facciones militares orquestaron un golpe de estado en contra de los administradores civiles, ganando el control del estado, pero debilitando el mandato de los monarcas.
Nota: ¿estás interesada o interesado en aprender a hablar coreano? iTalki es una plataforma que te permite aprender online con profesores reales de cualquier idioma. Es conveniente ya que tu eliges los temas que quieras tratar, es mucho más económico que un instituto y tienes muchísimos profesores nativos para elegir.
La invasión mongola
En el siglo XIII, Kublai Khan conquistó China y se proclamó emperador, dando inicio a la dinastía Yuan. Poco después, los mongoles subyugaron el reino de Koryo y nuevamente los coreanos tuvieron que pagar tributo a un vecino más poderoso, tal cual como habían hecho con la dinastía Han un milenio antes.
Una vez que todo el este del continente asiático fue conquistado por los mongoles, estos enfocaron su atención en la invasión de Japón y, como la península coreana era la ruta más corta para la invasión, obligaron a sus gobernantes a construir una gran cantidad de barcos de guerra y entregar provisiones a los mongoles.
Las invasiones mongolas a Japón fueron un total fracaso, sin embargo esto demostró a los japoneses que el control de la península coreana era fundamental para mantener la seguridad de su nación.
A mediados del siglo XIV la dinastía Yuan se desintegró y el estado de Koryo fue libre nuevamente. Sin embargo, y de manera inmediata, sus costas quedaron expuestas y fueron atacados múltiples veces por piratas japoneses.
Al mismo tiempo, la recién fundada dinastía Ming buscó recuperar el control sobre la península coreana, movilizando tropas a la frontera. Viendo que la invasión china sería inminente, los comandantes militares coreanos se prepararon y avanzaron. Pero hubo un general que no aceptó el llamado a las armas y, en vez de enfrentar a los chinos, marchó al sur, tomó la capital y se proclamó gobernante.
Fué así como se tuvo origen la dinastía Joseon.
La dinastía Joseon
La nueva dinastía de Joseon trasladó su capital a la actual Seúl, y estableció fuertes lazos con la dinastía Ming para asegurarse de no tener conflictos con China.
El gobernante más querido y respetado de esta dinastía fue Sejong el grande, que gobernó durante el siglo XV. Durante su mandato, se patrocinaron a varios artistas y se promovió el estudio de la astronomía, la medicina, la música, la economía, entre otros aspectos. Pero quizás lo más destacable de su gobierno fue la creación del alfabeto coreano.
Invasión japonesa
Esta nueva era de prosperidad llegó a su fin cuando el poderoso gobernante japonés, Toyotomi Hideyoshi, conquistó todos los territorios de Japón. Los guerreros japoneses habían desarrollado una capacidad bélica muy avanzada gracias a la experiencia en combate durante tantos años y la implementación de nuevas tecnologías.
Con la unificación de Japón y un ejército poderoso, Hideyoshi planificó el sometimiento de China. Pero para lograr esto tenía que conquistar primero la península coreana, por lo que en los siguientes años se enviaron tropas que lucharon en contra de los coreanos y chinos por el control de la península.
En las primeras etapas del conflicto los soldados japoneses, mejor equipados y entrenados, lograron el control casi absoluto de Corea, pero eventualmente los coreanos pudieron mover la balanza a su favor cuando el almirante Yi Sun-sin, con sus famosos barcos tortuga, derrotó a la flota japonesa.
Aunque las tropas japonesas eran superiores en el combate terrestre, los coreanos poseían una fuerza naval superior y experimentada gracias a los constantes combates con piratas, por lo que el almirante Yi utilizó esta ventaja para derrotar a los japoneses en todas las batallas navales.
Los coreanos incluso ganaron una importante batalla con una inferioridad numérica abrumadora. Gracias a estas hazañas, el almirante Yi es reconocido incluso hoy en día como uno de los más grandes comandantes navales de la historia.
Al asegurar los mares, los coreanos lograron romper la línea de suministros japonesa, quienes no tuvieron más alternativa que retirarse. Sin embargo, estos causaron una gran cantidad de pérdidas humanas y materiales en numerosos poblados coreanos. Este conflicto ha sido el más devastador en el este de Asia después de la segunda guerra mundial.
Dinastía Qing y llegada de occidentales
Luego del fallecimiento de Hideyoshi en 1598, los siguientes gobernantes japoneses abandonaron los planes de conquista de China y Corea, por lo que en las siguientes décadas, los tres estados experimentaron una época de paz y se dedicaron a resolver asuntos internos.
No obstante, la paz regional se rompería cuando diversas tribus manchúes se unificaron formando una fuerte coalición y realizando distintas incursiones en China.
A principios del siglo XVII, la dinastía Ming todavía se estaba recuperando de la devastación generada por los asaltos japoneses, por lo que fue cuestión de tiempo para que los manchúes fueran los nuevos gobernantes, dando origen a la dinastía Qing, la última dinastía de la China imperial.
Para los coreanos, esto significó ser una dependencia de los nuevos gobernantes chinos. Por su parte, los japoneses volvieron a tener una actitud beligerante en la región, pero el balance de poder quedó así y la región experimentó una inusual era de paz y prosperidad.
Durante los siguientes dos siglos el reino de Joseon realizó una serie de reformas en su administración, recaudación de impuestos, en la educación y agricultura que aumentaron los ingresos del estado.
Pero toda esta era de bonanza se vio abruptamente interrumpida cuando las potencias occidentales entraron definitivamente en la región. Esta nueva influencia occidental desencadenó una serie de acontecimientos que eventualmente cambiarían por completo la situación política de la península coreana.
Era moderna en Corea
El este de Asia experimentó una fuerte y vertiginosa transformación durante el siglo XIX. La presencia de las potencias occidentales era cada vez mayor. Tanto China como Corea y Japón intentaron tomar diferentes medidas para lidiar con los imperios modernos occidentales. En un principio se buscaba reducir la actividad de mercaderes extranjeros y misioneros.
La dinastía Joseon miró con especial recelo la influencia occidental, cerrando todos sus puertos y ciudades al extranjero. Esto hizo ganarse el apodo de “reino ermitaño”. Sin embargo la incursión extranjera era inevitable. Hacia mediados del siglo XIX las potencias occidentales utilizaron el poderío militar en la zona. Los británicos entraron en guerra con China en 1840 y una década después Estados Unidos obligó a Japón a abrirse al comercio internacional.
El reino de Corea por su parte tuvo que capitular también cuando en 1871 los estadounidenses tomaron la isla de Ganghwa. Estos se retiraron pronto, sin embargo la toma de la isla evidenció la importancia estratégica que esta tenía sobre el control del río Han, por lo que fueron los modernizados japoneses los que la tomaron luego en 1876 y forzaron a los coreanos a abrir sus puertos al comercio con Japón.
Inicialmente hubo mucha resistencia de los locales a los comerciantes y oficiales diplomáticos japoneses, por lo que el gobierno nipón tomó la decisión de colocar guardias en distintas ciudades de Corea con la excusa de brindar protección a sus emisarios y mercaderes. Al realizar esta maniobra de colocar tropas en suelo Coreano, lo único que necesitaba Japón era una excusa que justificara la toma forzada de la península.
En 1894 tuvo lugar una revuelta de campesinos en contra de su propio gobierno, el cual pidió ayuda a China para sofocar esta insurrección. El gobierno chino envió un pequeño contingente de tropas para ayudar a los gobernantes coreanos. Los japoneses reaccionaron declarando que esto violaba el protocolo internacional, dando inicio a la primera guerra sino-japonesa.
Debido a la superioridad tecnológica de la armada y ejército de Japón, el conflicto resultó en un duro golpe para la dinastía Qing que se vio obligada a firmar en tratado de Shimonoseki en 1895. Esto significó el fin de la autoridad China sobre Corea y el cambio en el balance de poder en el este de Asia. Japón se convirtió en la nueva potencia en la región.
Corea en el siglo XX
La querida emperatriz Myeongseong, última de Corea, estrechó relaciones con Rusia para intentar debilitar la influencia japonesa en la región, pero asesinos japoneses lograron infiltrarse en sus aposentos y darle de baja en 1895.
Luego de este trágico evento, los gobernantes coreanos cambiaron el nombre a imperio de Corea e intentaron una rápida modernización aunque ya era tarde. Los japoneses habían ganado el control en Manchuria luego de derrotar a los rusos y poco tiempo después tomaron el palacio imperial y subyugaron al gobierno coreano, que tuvo que renunciar a toda soberanía y convertirse primero en un protectorado del imperio japonés y ser anexado definitivamente en 1910.
Durante las décadas siguientes el imperio japonés se expandió agresivamente por el pacífico, el este y sudeste de Asia. Sin embargo, en 1945 el dominio japonés llegó a su fin con la derrota en la segunda guerra mundial y su consecuente rendición incondicional. Entre las condiciones estaba el de ceder todos los territorios ocupados, incluyendo Corea, que para ese momento la Unión Soviética ya había ocupado el norte de la península coreana hasta el río Han.
El conflicto que dividió a Corea
Luego de la segunda guerra mundial, los políticos estadounidenses se vieron presionados para no permitir que toda la península fuera ocupada por sus nuevos rivales soviéticos. Luego de fuertes negociaciones diplomáticas, se acordó separar la península coreana en el paralelo 38, justo en donde las fuerzas soviéticas y japonesas habían dejado de luchar.
Ya entrando al contexto de la guerra fría, el conflicto entre los intereses soviéticos y estadounidenses fue aumentando, por lo que el tema sobre la península coreana fue llevada a las naciones unidas, que a su vez resolvió la realización elecciones.
Aunque la Unión Soviética utilizó su derecho a veto para detener la resolución, la parte sur de la isla llevó a cabo elecciones y poco después los rusos realizaron sus propias elecciones en la parte norte. El resultado fueron dos gobiernos coreanos diferentes. El líder guerrillero Kim Il-sung se convirtió en el líder de la República Democrática de Corea (Corea del Norte) en 1948 mientras que en el sur se creó la República de Corea con el presidente Syngman Rhee como primer jefe de estado.
A finales de ese mismo año, las tropas estadounidenses y soviéticas empezaron a retirarse de la península. Pero poco después cada líder se proclamó como el verdadero líder de toda la península coreana y la incompatibilidad de sus ideologías impidió que pudieran lograr alguna resolución.
La guerra de Corea
En 1950, Pyongyang inicia un ataque sorpresivo a Corea del Sur, luego de que Mao Tse Tung y Joseph Stalin prometieron brindar apoyo al líder norcoreano si este invadía el sur. Este ataque fue bastante exitoso y las tropas del norte lograron conquistar casi todo el sur, quienes por su parte sólo lograron mantener una línea alrededor de Busan, en el extremo sureste de la península.
Al mismo tiempo sucedió una crisis diplomática en el seno de las naciones unidas, ya que los comunistas liderados por Mao habían tomado toda la China continental, mientras que el gobierno anterior se ubicó en Taiwán y mantuvo su poder de veto en las naciones unidas a pesar de haber sido derrotados. La Unión Soviética llevó a cabo un boicot con el objetivo de aumentar la influencia de sus aliados comunistas que resultó en la aceptación de Beijing como legítimo gobierno chino.
A pesar de este revés diplomático, los estadounidenses lograron que se reconociera el avance norcoreano como una invasión y se permitiera el uso de la fuerza para apoyar a los surcoreanos justo cuando estos estaban a punto de ser derrotados.
El ejército estadounidense pudo cortar la línea de suministros norcoreana a través del río Han luego de una operación sorpresa, lo cual permitió a los aliados llevar a cabo una contraofensiva que hizo retroceder a los norcoreanos hasta más atrás del paralelo 38 y poco tiempo después Pyongyang fue tomada.
A este punto las tropas norcoreanas fueron desplazadas casi hasta la frontera con China, quienes cumplieron con la promesa realizada antes del inicio del conflicto y entraron a la guerra lanzando una serie de cargas de infantería a modo de “olas humanas” en ciertos puntos débiles en la línea de los aliados.
Estos pequeños pero continuos ataques llevados a cabo por los chinos resultaron ser una táctica costosa pero efectiva, por lo que se pudo recuperar Pyongyang. A este punto, la guerra de Corea estaba siendo luchada casi en su totalidad por tropas estadounidenses contra tropas chinas y el frente de batalla nuevamente se concentraba en las proximidades del río Han. En 1953 se firmó un armisticio que establecía un cese de las hostilidades y una frontera de facto entre ambas partes.
La península dividida
Las consecuencias de la guerra fueron devastadoras para ambas partes tanto en pérdidas humanas como en materiales, siendo el sur la más afectada. Cada bando ha ido reforzando cada vez más sus defensas en la frontera, creando así una franja de 4 kilómetros llamada la zona desmilitarizada de Corea que, irónicamente, es la frontera más fortificada militarmente en el mundo. Incluso hasta la actualidad no ha sido firmado un pacto de paz,
Durante las décadas siguientes la retórica entre ambas partes ha sido constante con cada gobierno considerándose como el legítimo gobernante de toda la península. Esta fragmentación ha hecho que la sociedad coreana se haya dividido fuertemente y formado identidades nacionales totalmente opuestas.
Desde el punto de vista económico, Corea del Sur se ha desarrollado mucho más, formando parte de los llamados “4 tigres asiáticos” junto con Singapur, Taiwán y Hong Kong y creciendo hasta ser hoy en día una de las economías más fuertes de Asia y el mundo, a pesar de que sus gobernantes se han visto envueltos a veces en escándalos de corrupción. Los equipos de sus fuerzas armadas son más modernos que las de su contraparte del norte gracias a los convenios militares que tiene con Estados Unidos.
Por el otro lado, Pyongyang ha sido gobernada por una dinastía familiar y actualmente busca desarrollar un programa nuclear para tener una mejor posición de negociación a nivel internacional. Sus fuerzas armadas, aunque no muy avanzadas tecnológicamente, son bastante numerosas.
Podemos concluir que la historia de Corea ha sido un largo proceso en el cual ha tratado de desarrollar una identidad propia e intentando al mismo tiempo encontrar un balance entre fuerzas externas más poderosas, tanto de vecinos asiáticos como de potencias extranjeras occidentales.
Recursos recomendados
iTalki: aprende cualquier idioma online, incluyendo coreano, con profesores nativos en iTalki. La mejor plataforma de idiomas.
Libros recomendados:
- Historia mínima de Corea (Historias mínimas)
- The Korean War: An Epic Conflict 1950-1953 (Pan Military Classics)
- The Korean War: A History (Modern Library Chronicles Series Book 33)
Películas basadas en la historia de Corea:
AirHelp: si tu vuelo ha sido retrasado o cancelado introduce los datos en AirHelp para saber si calificas a una compensación.
Airbnb: regístrate a través de este link y obtén crédito de 25 US$ para hospedaje y 9 US$ para experiencias.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se fundó Corea?
Han existido varios reinos y dinastías en la península de Corea desde el siglo VII AC. Durante siglos, los gobernantes de Corea han tenido que lidiar con vecinos y potencias extranjeras más poderosas. El actual nombre de Corea viene del antiguo reino de Kyoro, fundado en el siglo X DC.
¿Cuándo se creó Corea?
Hay evidencias de que ya para el siglo VII AC habían civilizaciones en la península coreana. El primer reino conocido, Gojoseon, tuvo su mayor apogeo alrededor del año 400 AC.
¿Cuál es el origen de Corea del Sur?
Luego de diversas dinastías, en el siglo X DC el líder coreano Wang Kon fundó el reino de Koryo, que le da el nombre a la actual Corea.
¿Cómo se llamaba antes Corea?
El primer reino conocido se llamaba Gojoseon, pero fue el reino de Koryo, fundado en el siglo X DC, de donde proviene el actual nombre de Corea.
Divulgación: tenga en cuenta que algunos de los enlaces anteriores pueden ser enlaces de afiliados, y sin costo adicional para usted, gano una comisión si realiza una compra. Recomiendo solo los productos y las compañías que utilizo. Esto me ayuda a mantener la página web libre de publicidad.